Blogia
Amapolas del campo

REFLEXIONES GRISES

ABSURDA COMPETITIVIDAD

ABSURDA COMPETITIVIDAD

 

Últimamente mis experiencias sociales me han dejado totalmente cao. Digamos que me auto diagnosticado “crisis amiguil peliaguda”.

 

Desde hace casi un año (lo que llevo de relación formal con mi pareja) mis amigos del alma han ido sufriendo transformaciones marcianas, que van desde la amiga que se siente abandonada por mi repentina felicidad “parejil” o el mejor amigo (ese que se ha llevado cientos de taperwares de tu casa, ese del que has cuidado como si fuera tu puñetero hermano) y que ahora grita a los cuatro vientos “No entiendo que hace con ese calvo, en realidad ella está enamorada de mi”, y se queda tan pancho.

 

El último caso que he conocido es el de aquella amiga a la que le acabas de contar que ha muerto tu abuelo y te responde “¡Ahy tia! ¿Te he dicho que mi madre me ha regalado una moto? “, o aquella que te dice “ ¿Sabes que este mes me llevo los 5.000 € casi?, estoy ganando una pasta...”, justo cuando acabas de contarle lo preocupada que estás por la economía de tu recién estrenada empresa, y es que no hay nada como tener amigos así…

 

En fin, que de repente me he dado cuenta de que lo que yo creía grandes amistades eternas, puras y cristalinas son una ficción, un producto de mi imaginación, de mi necesidad de no sentirme más sola que la una en esta jungla madrileña. Así que para esta especie de pseudo-familia adoptada no he sido nada más que un refugio transitorio, en el que cuando la ración de sabroso menú diario calentito y el psicólogo incondicional gratuito (24 horas activo) se ha visto reducida, han salido por patas poniendo todas las hojas de reclamaciones del mundo.

Porque “o estás 100% para nosotros o no estás”.

 

Y es que cuando eres feliz, has encontrado al hombre ideal, aunque todo lo demás no vaya tan bien y no seas precisamente miss universo…todos se vuelven majaras y empiezan a competir absurdamente contra tu maravillosa felicidad.

 

O este mundo esta loco o yo parece que hago casting para elegir los amigos…

IBUPROFENO PARA EL AMOR

IBUPROFENO PARA EL AMOR

IBUPROFENO PARA EL AMOR

 

Hoy he descubierto que llorar es bueno, que llorar es sano, lo más sano del mundo mundial, lo más perfecto…y es que los relojes deberían pararse cuando alguien llora.

He recordado que hay gente incapacitada para el amor (los Escapistas Profesionales), gente que no puede llorar, ni sentir, ni hacer que las personas que considera importantes permanezcan a su lado, gente gris y gente de colores, y gente sola...muy sola, a los que el amor les acompaña en forma de sombra inalcanzable, ilusión óptica producto de un deseo que nunca nunca te traen los Reyes Magos. Que desacierto...una putada.

 

Hoy he descubierto que no hay que disfrazarse de “mueble-bar nuevo a estrenar” ni de “bueno, bonito, barato”, ni “tres en uno”…

 

Hasta hace 15 minutos y 40 segundos odiaba llorar, odiaba sentir cuando no quería sentir. “¡Quiero una pastilla contra el lamento por favor! ¡Ah! Y otra contra el llanto, el dolor agudo de corazón, el temblequeo, un bote para ocultar las lágrimas y… media docena de píldoras anti – amor… si, de esas trimestrales, pero de las 600 mgr. ¿Me cobra por favor? Tengo un poco de prisa. No, no hace falta que me de bolsa. Gracias.”

 

Que fácil sería no sentir… una pastilla azul a media mañana y una verde después de cada comida, lo justo y necesario para sobrevivir en esta jungla de corazones amargos.

 

Hoy he aprendido mucho. He aprendido que a veces, sin darnos cuenta cargamos con el traje del difunto.

“Por favor, una pastilla contra trajes de difuntos, y otra de esas de las negras…mmm...¿para que son?, ¿en serio?, de esas...de esas deme una caja entera."