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Amapolas del campo

IBUPROFENO PARA EL AMOR

IBUPROFENO PARA EL AMOR

IBUPROFENO PARA EL AMOR

 

Hoy he descubierto que llorar es bueno, que llorar es sano, lo más sano del mundo mundial, lo más perfecto…y es que los relojes deberían pararse cuando alguien llora.

He recordado que hay gente incapacitada para el amor (los Escapistas Profesionales), gente que no puede llorar, ni sentir, ni hacer que las personas que considera importantes permanezcan a su lado, gente gris y gente de colores, y gente sola...muy sola, a los que el amor les acompaña en forma de sombra inalcanzable, ilusión óptica producto de un deseo que nunca nunca te traen los Reyes Magos. Que desacierto...una putada.

 

Hoy he descubierto que no hay que disfrazarse de “mueble-bar nuevo a estrenar” ni de “bueno, bonito, barato”, ni “tres en uno”…

 

Hasta hace 15 minutos y 40 segundos odiaba llorar, odiaba sentir cuando no quería sentir. “¡Quiero una pastilla contra el lamento por favor! ¡Ah! Y otra contra el llanto, el dolor agudo de corazón, el temblequeo, un bote para ocultar las lágrimas y… media docena de píldoras anti – amor… si, de esas trimestrales, pero de las 600 mgr. ¿Me cobra por favor? Tengo un poco de prisa. No, no hace falta que me de bolsa. Gracias.”

 

Que fácil sería no sentir… una pastilla azul a media mañana y una verde después de cada comida, lo justo y necesario para sobrevivir en esta jungla de corazones amargos.

 

Hoy he aprendido mucho. He aprendido que a veces, sin darnos cuenta cargamos con el traje del difunto.

“Por favor, una pastilla contra trajes de difuntos, y otra de esas de las negras…mmm...¿para que son?, ¿en serio?, de esas...de esas deme una caja entera."

 

 

 

1 comentario

Anónimo -

Que fácil sería y que aburrido.
Un saludo de un barbudo al que le ha gustado descubrir tu blog